La Anunciata de Juneda, libre de Covid-19 durante toda la pandemia

La Anunciata de Juneda, libre de Covid-19 durante toda la pandemia

 

La pandemia de la Covid-19 ha trastocado estructuras de nuestra sociedad que creíamos fuertes; ha modificado nuestro día a día y ha llegado para imponer una 'nueva normalidad' en nuestras vidas.

Gestionar el coronavirus no ha sido fácil, ni para los propios expertos en la materia, ni mucho menos para la sociedad en general. Aunque uno de los sectores que más lo han vivido en primera persona han sido las residencias de la tercera edad, donde la pandemia ha registrado un goteo constante de defunciones, paralizadas ahora con la llegada de la vacuna.

Aunque este no es el caso de la Residència l'Anunciata de Juneda, situada en el número 11 de la Plaça de Catalunya, un equipamiento ubicado en la comarca de las Garrigues que no ha vivido ninguna defunción a raíz de la Covid-19. Y no solo esto, sino que tampoco ha registrado ni un solo positivo desde el inicio de la crisis sanitaria. "Hemos sido previsores al cuadrado", explica Concepció Santandreu, directora del centro residencial, "cuando el Gobierno todavía no había decidido cómo abordar esta situación, nosotros el día 10 de marzo (el primer confinamiento llegaba el 13 de marzo de 2020) ya habíamos bloqueado el acceso a la residencia". Desde ese día, la Residència l'Anunciata de Juneda no permitió entradas ni salidas del centro. Tampoco recibir visitas ni atender peticiones externas a la empresa.

Desde ese mismo momento, los responsables del equipamiento tuvieron que adaptarse a esta nueva situación. Grandes cantidades de guantes para evitar contagios (comprados a precios desorbitados -tres veces más caros que el precio de mercado), pantallas, mascarillas, gel hidroalcohólico... El objetivo final estaba claro: anticiparse a la Covid-19 y no permitir que la pandemia entrara en la residencia.

 

Protocolos llevados a la excelencia

Gracias a las medidas adoptadas con contundencia y de forma rápida, el coronavirus no consiguió entrar en este centro. Y gracias al esfuerzo y sacrificio para bloquear el acceso, a adoptar todas las medidas de seguridad pertinentes y a evitar un posible positivo entre los usuarios y usuarias del centro, la Residència l'Anunciata puede decir que libró la batalla de la Covid-19.

Los abuelos y abuelas, quienes más han sufrido esta situación, han estado siempre, y lo continúan estando, cuidados al máximo. Concepció Santandreu explica que desde un primer momento, el 99% de los usuarios respetaron y entendieron que no hubiese visitas. Eso sí; la empresa habilitó varias tabletas para poder realizar videollamadas con sus seres queridos. "Es curioso porqué muchos de los abuelos preferían el teléfono tradicional, el de toda la vida, a las videollamadas", apunta la directora.

Principalmente los primeros días, los trabajadores y trabajadores también evitaban dejarles ver las noticias. "Buscábamos que desconectaran, que no estuvieran preocupados por la Covid-19 escuchando noticias tristes y drásticas", explica Concepció Santandreu. Por contra, desde la residencia prepararon un calendario de actividades con diferentes propuestas (trabajos de memoria, manualidades, bingo, proyecciones de películas...) para distraerlos y que pasaran las horas más rápidamente mientras esta pesadilla acababa.

 

Primeras vacunas

El pasado 5 de enero cambiaba el rumbo de este equipamiento. También el de otros muchos de nuestro territorio. Y es que el día antes de Reyes llegaban al centro las tan ansiadas vacunas y todas las personas del centro, tanto trabajadores como usuarios, recibían su dosis. La segunda dosis la recibían el 26 de enero, día en que quedaba todas las personas del centro vacunados al 100%.

Ahora que todo 'ha pasado', los responsables de la Anunciata echan la vista atrás y se sienten orgullos de la gestión y las decisiones tomadas. La residencia, que cuenta con 66 usuarios y 40 trabajadores, funciona ahora con citas previas y ya permite la entrada de personas externas. Eso sí, con un control exhaustivo de temperatura y lavado de manos para evitar que el coronavirus se pueda colar de nuevo puertas adentro.

-Laura Biela-


https://lleidadiari.cat/

 

 

 

(*) Fuente imagen: Residència L’Anunciata

 


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