«La senda he tomado y con presteza me encamino» (IX7)
Hoy, no es un día cualquiera. En estas horas de mediados de Diciembre, justo, en este instante, el verso del poema de Gilgamesh, se funde con su mirada y les invita a explorar un nuevo camino: nuestra nueva página web. Quizás sorprendidos por tal bienvenida -o quizás atraídos por las bellas palabras de la obra acadia-, decidan tener la amabilidad de seguir leyendo. Así lo deseamos pues este saludo pretende ser una muestra de gratitud tanto a su confianza como a su tiempo: el que nos brinda para poder explicarles porqué, hoy, es un día distinto.
Nuestro proyecto ve la luz después de meses de esfuerzo, trabajo e ilusión. Poder crear un lugar virtual con connotaciones diferentes, en el que pudieran sentirse igual de reconocidos que protegidos, ha sido nuestro reto. Un desafío enfrentado con decisión y entereza, también desde el convencimiento que es necesario centrar la atención en el verdadero protagonista de nuestro oficio: las personas, es decir, ustedes. Será así que los espacios que encontrarán en nuestra sede virtual están pensados para las personas y no dirigidos a sus necesidades. De este modo, conscientes del cambio de modelo que significa, asumimos el nuevo reto con el mismo compromiso de siempre, aunque poniendo el acento más en los anhelos humanos que en las obligaciones contractuales.
Por este motivo, el lugar en esta sede virtual está pensado para ti, para tu empresa y, también, como no, para el arte de poder elegir según sientas vivir tu propósito vital y profesional. Resaltando la importancia de un proyecto, el poder de una decisión y el valor de una pasión como la forma en que puedas (re) descubrirte, pues cada una de las líneas escritas lo han sido pensando en ti. Y contigo, el estar compartiendo conocimiento cuando eres el centro de atención en un proceso creativo y reflexivo de asesoramiento cultural que también hoy inauguramos como actividad profesional en nuestra casa.
Con todo lo visto, es palpable que este proyecto adquiere sentido gracias a las personas que lo conforman. Sin lugar a dudas, es un trabajo de equipo y es por ello que es necesario dar las gracias a cada una de las personas que han hecho posible que, hoy, este espacio virtual sea una realidad. En primer lugar, a todos ustedes por la confianza y estima demostrada. Especialmente, a nuestros queridos compañeros de viaje que, en “Creciendo Contigo” han tenido la gentileza de compartir su experiencia y demostrarnos su cariño con su testimonio. Igualmente, a todo el equipo de SEMIC, en especial a Natàlia, José Luis, Josep Maria, Marc y Razvan por su extraordinario talento y calidad humana; a Joan Mateus por su inestimable atención y guía; a Laura Biela por haber puesto a nuestra disposición su ingenio, dedicación y estima; a Carlota Castelló por haber hecho de los meses que pasó con nosotros una delicia.
A todos, muchas gracias.